¿Por qué se originan fallas en el pavimento?

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El pavimento es la columna vertebral de una ciudad, es lo que permite la buena vialidad de sus habitantes en todo tipo de vehículos, sin embargo, su estado afecta directamente al tránsito y un simple bache puede convertir a una avenida en caos. Por esta razón es muy importante monitorear el suelo para prevenir que el desgaste del suelo genere cualquier tipo de imprevistos.

Para poder anticipar cualquier falla es necesario conocer los tipos de pavimento y sus fallas.

Aquí puedes ver cómo se puede evaluar la condición actual de cualquier pavimento.

Pavimentos flexibles o carpeta asfáltica

Este tipo de pavimento por lo general puede presentar desprendimiento de agregados, una falla que se origina por la falta de cemento asfáltico o poca cohesión entre el material pétreo y el asfalto. Este tipo de desgaste se puede prevenir aplicando una dosificación de agregados/cemento asfáltico o de ser necesario, algún aditivo que ayude a una mejor adherencia entre sus componentes.

También pueden ocurrir desplazamientos y/o ondulaciones de la carpeta asfáltica gracias a un exceso del cemento asfáltico o la aplicación de un agregado pétreo equivocado, es decir, uno con poca estabilidad o de un espesor muy fino. Para evitarlo, es necesario elaborar un diseño adecuado de mezcla asfáltica que vaya acorde a la calle o avenida a pavimentar.

Otro caso común del desgaste de pavimento son las canalizaciones o roderas y tienden a aparecer cuando se asfalta en una estructura inadecuada, con poca estabilidad y/o con una compactación deficiente de sus elementos o fallas en las capas inferiores de la carpeta asfáltica.

Por último, podemos encontrar la piel de cocodrilo, un defecto que nace de un soporte deficiente de la base o por el envejecimiento del asfalto por el tráfico o simplemente por un espesor inadecuado en la carpeta asfáltica.

Estos son los distintos tipos de baches que existen.

Pavimentos Rígidos

Los pavimentos rígidos o hidráulicos poseen varios tipos de fallas y desgastes, es importante saber identificarlas para prevenir que sucedan o corregirlas adecuadamente en el caso de ya haber padecido de ellas.

La dislocación de losas es una de las imperfecciones más comunes y se genera por una compactación deficiente de la base, el uso de materiales de mala calidad o un sellado inadecuado en el corte de las losas. Para prevenirlo, es necesario utilizar un material de calidad para la base, esto dará como resultado una compactación adecuada del suelo y sellará de forma conjunta las losas para evitar filtraciones de agua que dañen la estructura interior de la capa de concreto.

También pueden presentarse agrietamientos, esto se origina por un corte tardío de las losas, el secado prematuro del concreto o agregados que no cumplen con los estándares requeridos para la mezcla del concreto, esto puede generar imperfecciones que terminen en las grietas que vemos en las calles. Esto se puede evitar con un corte oportuno en las losas de concreto, una selección adecuada y de buena calidad de materiales para la elaboración de la mezcla del concreto.

La última imperfección que puede presentarse en este tipo de pavimento es el aislamiento y ocurre cuando se abusa del agua o algún producto líquido para facilitar el acabado del concreto durante el colado de la losa, esto trae como consecuencia directa la debilitación de su superficie y posterior desprendimiento del rayado o dibujos del concreto que tienen como fin poseer un mejor agarre para los neumáticos y así prevenir accidentes.

Un común denominador en todo este tipo de fallas son la falta de un diseño adecuado, la falta de asesoría especializada a la hora de diseñar una mezcla y el uso de materiales deficientes para abaratar costos.

Una pavimentación hecha correctamente puede tener una vida de 5 años en pavimentos flexibles (asfalto) y hasta 30 años en pavimentos rígidos (concreto hidráulico).